La firma MSCI (por Morgan Stanley Capital International), una empresa global de investigación de inversiones que proporciona índices bursátiles, herramientas de análisis de cartera y datos ambientales, sociales y de gobernanza para inversores institucionales y otros profesionales financieros, finalmente no incluyó a la Argentina en la lista de países con posibilidades de ser reclasificados para dejar atrás la zona de alto riesgo en que está sumida desde hace años, ya que más abajo no hay lugar.
La decisión, previsible tras el crítico informe que había dado a conocer días atrás, llegó al terminar esa organización su revisión anual y echa por tierra con las expectativas que había entre muchos analistas locales de pasar a ser considerado como mercado fronterizo o, directamente, volver de un paso a la categoría de emergente.
Es que un ascenso, módico o más importante, hubiera pavimentado el posible camino de regreso del país a los mercados de deuda internacional, una opción a la que necesitará recurrir en los próximos años para poder refinanciar los fuertes vencimientos de deuda en moneda extranjera que se le vienen.
“Salvo alguna excepción, la Argentina recién podría ser incluida en la lista en junio de 2026 y para ser reclasificada a Frontera o Emergente en junio de 2027″, apuntó el analista Sebastián Maril, recordando que este tipo de definiciones llevan su tiempo.
La otra posibilidad sería que MSCI dé cabida a una revisión adicional (algo que podría hacer en cualquier momento, aunque no es lo usual) si considera que hay eventos significativos o cambios en la información pública disponible que lo ameriten.
De este modo, el mercado local por ahora mantiene su categoría standalone a la que fuera degradado desde emergente en 2021, durante la gestión de Alberto Fernández, un nivel inferior incluso al de ‘frontera’, que hace a la plaza local “no elegible” para los grandes capitales financieros y, por esa vía, suele castigar el precio de los activos locales que se operan en el mercado.
En términos futboleros, muestra que el país no es parte de las grandes ligas ni de las de segundo orden, sino que, para la consideración del mercado financiero global, pese a sus últimos progresos, merece seguir en la “C”.
Regionalmente, está categorizado al igual que Jamaica, Panamá y Trinidad y Tobago. Dos escalones más arriba, entre los emergentes, por el contrario están todos los vecinos: Brasil, Chile, Colombia, Perú, por caso. Más allá de nuestro continente, la Argentina permanecerá emparentada al Líbano, Palestina, Ucrania, Malta o Nigeria, entre otros.
En un documento difundido el pasado jueves, en el que hace pública las consideraciones que tendrá en cuenta para su decisión final, MSCI ya había objetado la persistencia en el país de algunas restricciones que dificultan el ingreso y egreso de inversores extranjeros a y de la plaza local, algo que consideran clave para poder evaluar al mercado doméstico como “potencial candidato” para una reclasificación a pesar de que, entre otras cosas, no cumple “con los requisitos mínimos de liquidez”.
Empero había en el mercado quienes se habían esperanzado con la posibilidad de que esas consideraciones no impidieran una mínima recategorización, tomando en cuenta las últimas flexibilizaciones que el Gobierno hizo al quitar -por caso- la norma para desalentar el ingreso de capitales golondrina (a la que incluso definió como “macropudencial”) sólo dos meses después de haberla puesto en práctica, algo que hizo para favorecer la colocación del Bonte 2030 con el que el Tesoro captó US$1500 millones, mayoritariamente de inversores extranjeros.
No fue el caso, por ejemplo, del economista Alfredo Romano: “Comenté la semana pasada que MSCI no iba a reclasificarnos a emergentes. No porque la actualidad sea muy positiva y estemos en el camino correcto, sino porque se quiere ver si se mantendrán en el tiempo este tipo de políticas”, explicó tras conocerse esta decisión mediante un posteo en la red X.
“En el documento, MSCI reconoció las reformas aplicadas en abril de 2025, como la adopción de un esquema cambiario más flexible, el levantamiento de restricciones para la repatriación de dividendos y la eliminación de trabas para el retiro de inversiones extranjeras. Pero a la vez señaló que todavía persisten obstáculos relevantes, especialmente para inversores institucionales”, describieron desde Aurum Valores.
El temor de los inversores ahora es que esta determinación precipite una toma de ganancias en las próximas ruedas sobre los activos argentinos con cotización de mercado, en especial de las acciones que se habían acoplado hoy a la ola verde que caracterizó a las bolsas del mundo (e hizo volar hasta 8% algunos ADR argentinos en Wall Street, además de subir 4,4% aquí al índice Merval) tras quedar confirmado el “alto el fuego” en el conflicto abierto entre Israel y Estados Unidos e Irán.