Admiración

Vista general de la ceremonia de bienvenida de la segunda jornada de la Cumbre de la OTAN / Pool Moncloa / Fernando Calvo y Pool OTAN

En la Cumbre de la OTAN los prosaicos dineros se han impuesto a asuntos tan importantes como la invasión rusa de Ucrania o la explosiva -nunca mejor dicho- situación en Oriente Medio tras los intercambios de misiles entre Israel e Irán, con un Donald Trump que no quiso perderse la fiesta. Como tampoco ha querido perderse la de la OTAN, que sin él no funciona.

Y ahí confieso que estoy de acuerdo con Pedro Sánchez cuando filtró una carta a Mark Rutte, secretario general de la Organización, sacando pecho y diciendo que no estaba dispuesto a cumplir la exigencia norteamericana de contribuir con el 5% del PIB porque se cargaría nuestro estado de bienestar. Además nadie, ni siquiera EEUU, gasta esa barbaridad y lo importante son los resultados y España es capaz de conseguir lo que la OTAN le exige con tan solo el 2,1%… lo que hizo enarcar las cejas de asombro e incredulidad a otros líderes que simpatizan con nuestra postura pero no se atreven a decirlo. A toro pasado le entra a uno la sospecha de que esos aspavientos podrían ser una maniobra para desviar la atención de los muchos problemas domésticos que le agobian y para apuntalar su maltrecho gobierno, que presenta desacuerdos descomunales sobre la OTAN.

Pero al llegar a La Haya el héroe se me desinfló. Las imágenes valen más que mil palabras y aunque estaba en la esquina de la foto por exigencias del protocolo, su aspecto solitario y alicaído era muy expresivo. Se dirá que estaba solo, que sus socios le acusaban de insolidario y de pretender seguir viviendo de gorra, pero lo cierto es que cuando llegó el momento de la verdad se dio cuenta de que no había medido bien sus fuerzas, que no podía solo frente a todos, se “acongojó” y firmó el dichoso 5% que exigía Trump, que es mucho Trump y que aún estaba más crecido con la abyecta carta que le había enviado Mark Rutte en la que más que el jefe de la Alianza parecía el felpudo de Donald, al que llegó a llamar Daddy (Papi). ¡Qué vergüenza! Este personaje fue el que cuando era primer ministro de Países Bajos, en plena crisis de 2008, se refería despectivamente a los países del Sur como los PIGS (Portugal, Italy, Greece, Spain).

El caso es que tras volver a casa, Sánchez dice que lo aprobado no va con España porque la Declaración Final de la Cumbre no dice “todos los socios”. ¿De verdad se lo cree?. Si quisiera decir eso, diría “algunos socios se han comprometido”, “la mayoría de los socios”, “casi todos los socios” etc. Pero dice “los socios” y eso en buen castellano quiere decir todos. Cuando uno es miembro de un club tiene que cumplir sus reglas, pagar sus cuotas y ponerse la corbata para acceder al restaurante. Sus reglamentos se refieren a las obligaciones de “los socios”, de todos. Y aquí pasa igual. Puestos a buscar bobadas para justificar lo firmado, yo me atrevería a sugerirle algo más original y que aplaudiría su gobierno progresista y feminista: alegar que la letra de la dichosa Declaración Final se refiere efectivamente a “los socios” como son Estados Unidos, el Reino Unido o Portugal, muy machos todos ellos, pero mo menciona a “las socias” y España no es socio sino socia, como Italia. Y de “las socias de la OTAN” no habla el dichoso comunicado. A lo mejor esta otra estupidez desconcierta a Trump, que caló a nuestro presidente cuando dijo que “lo que firmó con la mano, lo borró con el codo”, y que eso con él no cuela porque “España siempre da problemas” y nos hará “pagar el doble” por vía arancelaria (?). Otra posibilidad hubiera sido firmar y luego no cumplir como sin duda harán muchos socios evitando enojar a Trump y aprovechando que en 2035, cuando habrá que rendir cuentas, estaremos todos calvos… aunque eso Sánchez no hubiera podido rentabilizarlo heroicamente en el ámbito doméstico.

Porque al final, como dijo una sarcástica Meloni: “Comunico oficialmente que hemos hecho como España o España ha hecho como nosotros, no lo sé, pero los 32 hemos hecho exactamente lo mismo”. Imposible decirlo mejor. Yo no oculto mi admiración por Pedro Sánchez: Hoy nadie en Madrid, en Bruselas o en Washington sabe a ciencia cierta a lo que se ha comprometido o va a pagar España en la OTAN. Sánchez en estado puro.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas