Inauguración eléctrica de la Eurocopa: Noruega remonta ante una Suiza sorprendente

Esta Eurocopa tiene incontables significados. Cada persona que la vive, desde su prisma y experiencia, la siente de una manera. Representa para ella algo único. En parte, esa es la gracia. Vivir a través de uno aquello que nos pasa. Compartir un momento con gente totalmente ajena que también cree en lo mismo que tú. Así se sintió Lia Wälti, capitana de Suiza, mientras sonaba el himno nacional en el partido inaugural del torneo donde ejercen de anfitrionas. Seguramente, en ningún momento de su vida llegó a soñar con que, en ese preciso instante, eso ocurriría y encima ella llevaría el brazalete de capitana. Porque esa es la suerte que tenemos, que además de los sueños existe lo que ni tan solo imaginamos.

Es precioso ver la emoción de otros. Las lágrimas se le acumulaban en los ojos tanto a Wälti como a sus compañeras mientras fijaban la vista en la grada llena. El St Jakob-Park, en Basilea, fue el escenario del pistoletazo de salida oficial de la Eurocopa: 34.063 personas llenaron el estadio donde se abrió y también se cerrará esta Eurocopa. Suiza, como anfitriona, fue una de las protagonistas. Se vio las caras con Noruega quien, pese a no ser esa selección que nos enamoró años atrás, sigue teniendo tanto talento en sus filas que no se las puede obviar en las quinielas.

Nadine Riesen celebra su gol ante Noruega. / EFE

Pero cuando una Eurocopa da comienzo, las suposiciones quedan en nada. Rodó el balón y el favoritismo de Noruega se esfumó ante una Suiza apoteósicamente sorprendente. Se quedó con el balón y empezó a dominar. Fue creciéndose ante una Noruega apática y consiguió rematar su buen momento con el primer tanto del encuentro. Nadien Reisen firmó la diana y desató a euforia. Todo el banquillo saltó al verde para celebrar la diana que abría la lata y sumaba un argumento más al buen papel de las locales.

Castigo cruel

En la segunda parte, Noruega sacó los galones. Los puso sobre la mesa y con dos dianas de carácter en apenas 4 minutos le dio la vuelta al enfrentamiento (1-2). Una mano dentro del área de Reuteler le podía haber dado el tercero a las noruegas, pero Hegerberg erró desde los once metros.

Fue un castigo demasiado cruel a la osadía de Suiza, pero sin duda no había mejor carta de presentación para el torneo que empezaba con un tremendo partido. Hasta el 27 de julio nos esperan semanas de auténtico fútbol en una cita para la historia.

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