El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado una demanda por difamación contra The Wall Street Journal (WSJ), su empresa matriz Dow Jones, el conglomerado News Corp y su fundador Rupert Murdoch, así como contra dos periodistas del diario, Khadeeja Safdar y Joseph Palazzolo.
La demanda, interpuesta en un tribunal federal en Florida, busca al menos 10 mil millones de dólares en compensación por los daños financieros y reputacionales que Trump ha sufrido como consecuencia de un ficticio reportaje del periódico.
El artículo en cuestión aseguraba erróneamente que Trump envió en 2003 una tarjeta de cumpleaños al financiero condenado Jeffrey Epstein, la cual contenía un dibujo sexualmente sugestivo y referencias a »secretos compartidos».
Según el WSJ, la nota estaba dentro de un libro de cuero con saludos de otras figuras prominentes y contenía una ilustración de una mujer desnuda con un mensaje supuestamente firmado por Trump: »Un amigo es algo maravilloso. Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto.»
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Trump ha negado rotundamente la autenticidad del mensaje, calificándolo de »falso, malicioso y difamatorio», y enfatizó que ni el lenguaje ni el estilo del dibujo coinciden con su forma de expresarse.
»Esas no son mis palabras, no es como hablo. Además, yo no dibujo», escribió en su red Truth Social. También acusó al periódico de haber ignorado advertencias explícitas de que no publicaran la historia bajo amenaza de acciones legales.
El WSJ, propiedad de Murdoch, ha mantenido un tono editorial cada vez más crítico hacia el presidente, particularmente desde su derrota electoral en 2020. Durante los litigios sobre la desinformación difundida por Fox News, salieron a la luz correos de Murdoch en los que afirmaba que su intención era »convertir a Trump en un no-personaje».
Trump tiene razón al señalar la irresponsabilidad mediática que puede derivarse de publicar historias explosivas sin pruebas verificables.
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El hecho de que el WSJ incluyera una imagen no verificada y un mensaje altamente incriminatorio sin ofrecer una prueba concluyente, podría interpretarse como un acto más motivado por el sensacionalismo que por el periodismo responsable.
El propio Trump ordenó recientemente a la fiscal Bondi que solicite al tribunal la desclasificación de los testimonios del jurado investigador en los casos de Epstein y su asociada Ghislaine Maxwell.
No obstante, es importante reconocer que la desclasificación de estos documentos probablemente no contendrá todos los detalles exigidos de manera inmediata, ya que las reglas federales protegen la privacidad de las víctimas y limitan la divulgación de materiales obtenidos en procesos judiciales.
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