El presidente de los EE.UU, Donald Trump, y el líder del Gobierno de Venezuela, Nicolás Maduro, acordaron la liberación de ciudadanos estadounidenses y de otros cinco países. Las negociaciones habían generado expectativas en los familiares del gendarme argentino Nahuel Gallo. Finalmente, Gallo no fue parte del contingente que viajó hacia El Salvador, en el marco del canje de prisioneros.
Según trascendidos, el influyente secretario de Estado de los EE.UU, Marco Rubio, hizo el pedido expreso para que el argentino fuera liberado, algo que no tuvo recepción por parte de Maduro.
La inclusión de prisioneros no estadounidenses como parte de la negociación alimentó la esperanza de los familiares de Gallo. El gendarme había sido detenido en Táchira, Venezuela, el 8 de diciembre de 2024. Pasaron más de siete meses.
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Como es de público conocimiento, el canciller Gerardo Werthein y la ministra Patricia Bullrich realizan gestiones, públicas y reservadas, para lograr la liberación del gendarme, quien se encuentra detenido -sin ningún tipo de precisiones- desde hace más de siete meses. Se presume que está alojado en el penal El Rodeo 1 (en la periferia de Caracas).
Canje recíproco
El acuerdo entre los EE.UU y Venezuela permitió la liberación de 252 venezolanos que estaban presos en la cárcel del Cecot, en El Salvador, acusados de integrar la banda criminal Tren de Aragua. Caracas liberó a diez detenidos -cinco con ciudadanía estadounidense y cinco residentes permanentes con otras nacionalidades- que habían estado presos sin juicio ni garantías.
“Nada representa la libertad como la bandera de los EE.UU. Diez estadounidenses liberados de prisiones venezolanas hoy están regresando a casa gracias al presidente Donald Trump, al secretario de Estado Marco Rubio y al presidente Nayib Bukele. América Primero en acción”, celebró vía redes sociales la Oficina Externa de EE.UU para Venezuela.
Ante el pedido por parte de los representantes norteamericanos para que sea liberado Gallo, Maduro habría exigido una contraprestación imposible de cumplir. En Casa Rosada apuntan a que la pésima relación entre Milei y Maduro fue determinante para que el gendarme siga detenido con paradero desconocido.