El esfuerzo ha pasado de moda. sí, sí, ahora….con los tutoriales de YouTube o incluso con TikTok parece que ya no hace falta saber hacer nada porque siempre hay un truco para conseguir lo mismo o parecido sin esfuerzo. Pero, ¿realmente conseguir todo sin esfuerzo nos hace felices? Spoiler: no.
«La felicidad no proviene de la facilidad con la que obtenemos cosas, sino del esfuerzo que invertimos en lograrlas. Facilidad y felicidad curiosamente se parecen, pero no encajan», sostiene en este video el profesor de Escuela de Negocio, Pablo Foncillas. Y sigue: «enfrentarse a la vida real, con sus retos y rechazos, requiere algo más que un gran talento en un campo determinado. Se necesita esfuerzo, compromiso y una buena dosis de carácter. Los éxitos fáciles no forjan el carácter; los fracasos y el esfuerzo constante, sí«.
Pasamos entre un tercio y la mitad de nuestra vida trabajando, así que es natural que busquemos satisfacción y propósito en lo que hacemos. Decirle a alguien que siga su pasión suena romántico, casi como una de esas películas de Disney donde todo se resuelve con una canción y un poco de magia.
En el ámbito laboral, esto significa casi siempre enfrentarse a desafíos, recibir y aprender de los «no» y celebrar los «sí» con la satisfacción de saber que se han ganado a pulso. Porque en la vida por cada sí, ¿cuántos no hemos recibido?