Presentación ante inversores: el Banco Central admite que la desinflación pierde fuerza

Juan Manuel Barca

Las últimas medidas para «exterminar» la inflación siguen sin reflejarse en los precios con nitidez. A pesar de la profundización de la «emisión cero» a fines de junio pasado y el cierre de las canillas de pesos, el índice de precios al consumidor (IPC) se mantuvo en torno al 4% desde mayo hasta julio, mientras la inflación núcleo -aquella que excluye el impacto de los precios regulados y estacionales- se estancó en alrededor del 3,8% en igual período.

Los datos surgen de un gráfico que mostró el viernes pasado el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, ante inversores durante el foro de negocios US Argentina Business Council. Los números reflejan la resistencia que muestran los precios para bajar más rápido, aún después de los últimos anuncios como el traspaso de la deuda del BCRA al Tesoro, la creación de nuevas letras (LEFI) y la intervención sobre el dólar financiero.

A principios de agosto, Werning había proyectado números más optimistas en otra presentación. Allí, preveía una baja de la inflación desde el 4,2% en mayo al 3,7% en julio y de la núcleo, desde el 3,7 al 3,2%. Pero el dato oficial del mes pasado terminó siendo levemente superior en ambos casos y superó por primera vez las estimaciones de las consultoras en el relevamiento de mercado (REM) del BCRA, que proyectó una suba del 3,9% del IPC para julio.

Eso no evitó que el funcionario delineara un escenario alentador en el documento, donde señaló que «el cambio de régimen macroeconómico redujo la inflación rápidamente inflación» (pese a la fuerte suba del tipo de cambio y los aumentos de tarifas en curso)», aseguró que el abordaje del excedente de pesos «hace colapsar la inflación» y que la economía «ha superado la crisis», ya que el indicador adelantado de actividad del BCRA «da luz verde».

La resistencia a la baja en los precios obedece a varios motivos. «Por un lado, fueron meses donde los salarios crecieron levemente en términos reales y por otro, es probable que los aumentos en regulados hayan tenido efectos de segunda vuelta que pueden haber impactado. Todo esto en un contexto donde el riesgo pais todavía se mantiene relativamente alto, con cepo, brecha y suba del dólar oficial al 2% mensual», señaló Rocío Bisang, analista de EcoGo.

«Los procesos de reducción de inflación son complejos y no lineales, es lógico que le esté costando el doble de tiempo, 6 meses, pasar de 4% a 3% que de 25,5% a 11%», dijo Claudio Caprarulo, director de Analytica. «El nuevo esquema monetario, que en agosto volvió a ser levemente contractivo, puede quitar algo de presión a la suba de precios, pero la corrección de tarifas y la suba de salarios le ponen un piso», afirmó Manuel Cerdan, de Invecq.

Juan Manuel Barca

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