Los tres caminos que ven en Wall Street para que Javier Milei salga del cepo

Las últimas definiciones del gobierno dejaron una conclusión entre analistas y empresarios: después de la baja de la inflación al 2,7% mensual en octubre, la salida del cepo llegará cuando aparezcan los dólares. Lo que alimentó esa lectura fue la promesa de Javier Milei de levantar restricciones cuando el dólar suba tres meses al 1% mensual (hoy, es del 2%) y la exigencia de Luis Caputo de contar con una «inyección adicional de reservas».

El clima en el quinto piso del Ministerio de Economía es de euforia: ven «avances» en la quita gradual de controles, destacan el repunte de las compras de reservas y creen que hay «margen» para una mayor apreciación cambiaria, pese a la inquietud en sectores de la industria. «Vamos a perder más competitividad, pero necesitan US$ 12.000 millones para pasar a un tipo de cambio flotante», reconocen en una cámara privada.

Los próximos meses serán claves: el Gobierno viajará el domingo a Brasil donde se cruzará con el FMI, en diciembre debe definir si compensa el fin del impuesto PAIS con recargos al dólar tarjeta y cerrar el REPO con bancos para pagar US$ 4.500 millones en enero, ese mes asume Donald Trump y Milei viajaría a China, en mayo comienza la venta de soja, en junio se cierran listas para las PASO de agosto y en julio vencen US$ 4.500 millones.

En ese contexto, según el análisis de un economista de un banco de Wall Street, parecen dibujarse «tres alternativas» para avanzar en el plan de ajuste, con el esquema cambiario como principal variable en la mira:

1) «Siga siga»

Entre los principales defensores del actual esquema cambiario, aparece Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados por el Gobierno. Su principal argumento es que para seguir bajando la inflación es necesario bajar la tasa de devaluación de 2% actual, lo que empezaría a ocurrir en febrero, siempre y cuando se mantenga el equilibrio fiscal y no haya «colapso político».

Arriazu niega que haya un «atraso» del tipo de cambio real, pero reconoce que las reservas siguen negativas en torno a US$ 7.000 millones, por lo cual no se puede levantar el cepo hasta que «alguien preste la plata» y se pueda defender el tipo de cambio para evitar un salto cambiario que impacte en la inflación. «Si devaluamos explota todo por los aires, incluso Milei«, dijo en agosto.

2) «Hay que arrancar»

En la otra vereda, el exministro de Economía, Domingo Cavallo, cree que hay que avanzar «más pronto que tarde» en la liberación y reunificación del mercado cambiario, una medida que estaría «lejos de provocar una crisis». «El salto cambiario que supondría salir del cepo, lejos de reintroducir una inflación galopante, puede marcar el inicio de un plan de estabilización definitivo», explicó en su blog en septiembre.

En su último artículo, advirtió que la desinflación se sostuvo con la recesión, propuso permitir al menos un mercado cambiario y financiero libre, sin restricciones al movimiento de capitales, todo con un acuerdo previo con el Fondo. «Hay que avanzar y arrancar«, dijo semanas atrás en reuniones privadas, según pudo saber Clarín.

3) «Tormenta de verano»

En el medio, algunos economistas cuestionan la «tablita», pero reconocen que la eliminación de restricciones no será gratuita. «Si mantenemos el cepo, vamos a seguir bajando la inflación a costa de subinversión y subrebote, y si levantamos tendremos alguna tormenta de verano«, dijo el martes el exministro de Hacienda de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, en la conferencia de FIEL.

Según sus cálculos, ese clima «tropical» implicaría una suba del 60% del tipo de cambio y un 40% de inflación anual, por encima del 18% previsto en ambos casos por el Presupuesto 2025.

Con un riesgo país menor a 800 puntos básicos, el Gobierno aumenta las posibilidades de cerrar un préstamo REPO, avanzar en un canje de deuda, sumar dólares del RIGI o colocar deuda soberana. Pero el analista de Wall Street ve con preocupación el sector externo: «Si crecés, las importaciones te comen el superávit comercial«, advierte.

La incógnita para el 2025 -cree- es de dónde van a salir los dólares si sigue apreciando el tipo de cambio y el agro no quiere liquidar. «Cada mes que pasa la corrección necesaria es mayor«, afirma el analista. Y advierte que lo que hoy liquidan «va a parar a las Lecap (letras capitalizables) y esos intereses que paga el Tesoro no aparecen como déficit fiscal».

También mira con inquietud el dólar blend. «Van 10 meses y te comiste US$ 1.300 millones de reservas», alerta. Si bien cree que el equipo económico es profesional, no ve que la salida del cepo sea tan controlada como plantea Cavallo y ve riesgos en las elecciones. «Hay una situación social delicada y hay que ver qué pasa si Cristina o Kicillof sacan 35% de votos«, concluyó.

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